La vision es el tacto del espiritu

domingo, 11 de julio de 2010

Nubelitzel

He dejado la noche fuera esta noche,
como espia,
meditando desvelada
en pasillos de vinil decadencia

M E M O R I A

Huerfana resentinda y sin pena
vagabuendea, con su alma quejumbrosa
como odiando
como el verso caido y lleno
cargando el dolor humano

Atravieso el parnaso fingido,
y la noches ya no es noche
pero no hay nada en su lugar,
( sinestesia )
solo corre el viento
y mi corazon
hace sonidos de erudicion
Eolo.

Tiene la mente inquieta y padece de languidez
sube los escalones lentos
y llega a la cuspide
como titere fertil
se lanza
y despierto.

Nunca llegó la noche
esperose sola para vivir

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu poema, aunque podríamos hablar más detenidamente en otro momento sobre ciertas cuestiones que me han asaltado al leerlo.
    Te dejo uno propio, espero que te guste.

    La electricidad te hace llorar lágrimas
    eléctricas.
    La luna no puede perdonarte
    brilla en el sueño
    como una herida abierta
    la luna
    la luna del sueño
    se
    vierte
    vierte sobre tu cuello
    tu cuello largo
    tu cuello
    largo como expirar
    sepultado de alquitrán
    hasta la mejilla del cielo.
    Y en la mirada
    en tierra
    los ojos
    los ojos rotos
    los ojos rotos de occidente iluminan
    la superficie nocturna
    de ese ajado cuero limón,
    piel pusilánime por que derrama
    como la promesa de una fuente
    que no puede cesar lamentándose
    litros rojos de fiebre espesa,
    cascada enorme de litros
    encarnados, litros escarlata
    en precipitación
    sin cesar
    litros rojos fluyentes como un manantial
    de catástrofe,
    empapando a su paso bermejo el manto de paño
    que la vieja depositó entonces,
    sobre la llanura yerma de las eras, aquel
    cedazo oleoso añil, de brillantes luces cobre.
    Y en la batalla
    dos legiones de hombres libres
    no cesan en combate
    a bayoneta
    sobre las dunas moradas
    de tu boca
    alborotando olas
    de polvo almizclado,
    palabras largas sin vocales
    atraviesan los tímpanos,
    esporas con garfios de porcelana
    recogen a los vencidos,
    tu espíritu huele a estiercol.
    Y en la colina
    sopla poniente
    espigas doradas contra tu pecho,
    sobre el paisaje vitral
    marrón-violáceo
    de un mar de carne fría,
    mar retorcido y salvaje
    por alcanzar el horizonte,
    mientras lejana
    en el rumor ocre de la marea plástica
    crece una pieza musical,
    venciendo la línea vertical de espuma
    elástica
    entre las ramas de la voz femenina,
    un coro de voces tenores reclama,
    -¡Sumérgete, vida mía...!

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  2. ‎Cuando te veas como eres, ha de parecerte natural que te desprecien

    Estimado Cain:

    Muchas gracias por las palabras. Me ha gustado tu poema, y me trae reminiscencias de oriente, de batallas en el sahara, de Lawrence de Arabia. Estoy disupuesto a a conversar contigo de lo que quieras. Dejame preguntarte : como es que llegaste a mi blog? es practicamente desconocido. Saludos. Gabriel.

    P.D. : A mi poema le falta edicion .

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